A veces me pregunto: qué será de ella.
A veces me pregunto: qué habrá
sido de la mujer aquella que miraba
sin cansarme, y que ahora, para mirarla
he de cerrar los ojos y pensar en ella.
Me pregunto: qué será de esos
pequeños lunares que habitaban
en su espalda, de sus pequeñas
orejas en donde más de una vez
he susurrado, o de aquella risa
que de vez en cuando oigo sin oírla.
Y no sé qué es de ella, y me
pregunto a menudo por su vida,
si sigue tal y como era o si piensa
en mí como yo pienso en ella.
A veces me pregunto: qué será de sus
manos frías, si seguirán estando
solas o si otras le estarán haciendo
compañía.
Qué bonita reflexión ha logrado que me identifique con ella, me recordó a ciertas personas que han sido positivas para mi vida. Buena selección.
ResponderEliminarMe alegro que te hayas sentido identificada. Gracias por leerme.
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